9.- Nueve meses

 





No hay nada como que te dé un poco el sol en la cara. Se despeja la cabeza y te espabilas, aunque sientes como todas tus células se alborotan buscando la sombra que cualquier poro de la piel insinúe. Estoy de Holidays, y eso, hoy en día, es tener suerte. Sobre todo porque descansas para volver con las pilas cargadas, aunque tiene que haber mucha gente de “vacaciones” porque en la playa veo a bastantes en horas de trabajo. En fin, esperemos que por la alegría de la gente la cosa se normalice y todos disfrutemos de vacaciones que tengan fecha límite, y sigamos siendo útiles y adecuadamente remunerados.



Mientras estaba atotorotado bajo el sol, sentado en la tabla y esperando a “la Abuela” (nombre surfero que se le da a la última ola de cada serie) escuchando en mi cabeza el Dirty Boulevard de Lou Reed, y mientras me reponía varias veces de la inmersión en las cristalinas aguas de la curva de Maspalomas, debido a los chapuzones que me obligaban la abuela ola y sus nietas olitas, todo este jaleo, me activó la única neurona que debo tener sana, y me hizo recordar una anécdota muy divertida que ya hace unos cuantos años me contó un buen amigo y Dr. Doolitle que trabajaba en el CIC (Centro de Inseminación de Cerdos), y que en su gloria esté (seguro que estará volviendo loco a los bobalicones de allá arriba). 


Me lo encontré junto a su esposa de Holidays en Lanzarote Island. Su mujer iba a tener una niña. Estaba preñada, o embarazada, según con qué tipo de animal trabajes. Nos tomamos unas copas, y mientras discurría la velada, el Dr. Doolitle Cresdalton me contó historias de su trabajo con aquella gracia que sólo un andaluz tiene al narrarte cualquier cosa, y más este tipo. Imagínate lo que puedes aprender trabajando en un centro de estos, desde hacer un cinco contra uno de manera profesional (😈:y no porque estes aburrido), a usar convenientemente el nitrógeno líquido, o desde la inspección vaginal de una cerda a hacer ecografías de gestación. En esto último es donde el Dr. Doolitle Cresdalton estaba más capacitado. Tan capacitado estaba, que cuando se enteró que su mujer estaba encinta, decidió hacer ciertas revisiones por él mismo, así, se ponía más en contacto con su niñita y a la vez, se ahorraba unos cuantos euros en sus visitas al ginecólogo de turno. Por cierto, los ginecólogos cuando están con sus mujeres haciendo los trabajos manuales, ¿sabrá que el que tiene delante es el de su mujer? o ¿tendrá lapsos mentales?🤔 Sé de uno que eligió dicha profesión para ligar más fácilmente, o eso decía en un principio, porque la última vez me dijo que TODOS le parecen iguales. Estaba recién casado. Lógica respuesta. Menudo👻. Y pensando en la igualdad, porque a nosotros en las revisiones varoniles también nos tocan tíos🧐? Porque ya que me van a tocar los eggs, preferiría quién. (😈:eso es imposible mey!! se colapsaría la atención médica, más que el Covid)


Well, el Dr. Doolitle Cresdalton estaba más que capacitado para hacer una buena ecografía a su mujer. Así que, un día que su esposa lo fue a buscar al trabajo, y después de quitarse a una piara de cerdos por medio, llegó hasta su despacho, bajó las persianas, apagó el ventilador, se quitó las botas verdes de plástico llenas de barro, puso música lenta (😈: esto último te los has inventado, mey!!)…y asépticamente, hizo acostarse boca arriba a Julianne en la misma mesa de la oficina. Le puso el frío gel en la barriga, y con su ecógrafo móvil empezó a buscar a wally. No lo encontraba, pensó que el ecógrafo estaba averiado o, que el listo del ginecólogo se había equivocado las cuatro veces anteriores que había estado con su mujer. Nada, que no lo encontraba, pero, de repente, le pico la nariz como a Vicky el Vikingo, y pensó que no lo estaba haciendo como lo hacía a diario, es decir, con el paciente mirando a la Meca, es decir ... On All fours!. Así hizo poner a su mujer sobre la mesa del despacho, y… ¡EUREKA! ¡¡prueba conseguida!!  Allí estaba su niñita, muy tímida, escondida entre el conocido lóbulo hepático y la archimegafamosa vesícula biliar. Menuda foto para el álbum familiar. Menos mal que no entró nadie a preguntar la hora.


A medida que me contaba la historia nos partíamos de risa, incluso le pregunté si había sacado alguna foto de ese momento tan cómico. Me dijo que no, le hubiera gustado, pero tenía las manos ocupadas😂😂. Se consoló con la imagen ecográfica de su niña, que ya en el útero se veía muy espabilada. Me imagino lo grande que debe estar. Llegará un día que cuente como su padre puso a su madre para verla a ella por primera vez. 

No todos hemos podido ver nuestra progenie en sus primeros aletazos, sin un ginecólogo por medio, y menos, si te toca uno como el colega anterior🤨



Moraleja del día: Las cantidad de cosas que pasan delante de nuestras narices y no nos enteramos de nada.



Saludos Mey´s 🤘🏽BT🍺



PD. Dedicado al Abuelo Doctor Doolitle Dalton. No te olvidamos.

Anocheciendo desde el cielo



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