14.- El Coloso en Llamas


 Hello! Como les va? Siguen por ahí? Is There Anybody Out There?

En nuestra profesión como en otras, hay momentos que sueles llevarte un gran disgusto, sin embargo, hay situaciones desagradables que han llegado de la manera más insospechada y no tienes argumentos para dar la explicación más correcta posible.

Hace algunos años, existía…(👿 Sí, existía!! …Ya saben el final!!)…✌🏻puedo continúar?… como iba diciendo, existía un gato llamado Newman. Era el gato más querido por el señor McQueen, un señor algo más joven que algunos y mayor que otros, que se desvivía por las almas gatunas. Alguna que otra vez los llevaba a ver al Dr. Doolitle, sin embargo, como tenía muchos gatos (uno de 20 en 30m), él mismo, los solía tratar en casa cuando alguno de ellos se ponía malito.

Newman era un coloso de gato, el Rey del Callejón. Por el día, lo pasaba en casa durmiendo y dejando pelos por todos lados, y cuando llegaba la noche, se tomaba un redbull y salía de copas🍸 en busca de alguna linda gatita. 

Hace un tiempo, después de ir a una boda hindú, es decir, dos o tres dias fuera del hogar, este pedazo de gato, llegó a casa con escalofríos🥶, tiritando y muy abatido. Se le notaba muy frío. El señor McQueen, muy preocupado, lo trató con  los remedios de las abuelas.

Sí, esos remedios que no sabes quién los inventó pero que funcionan, como el del perejil en la comida para cortar la leche de las gestantes o como el de mi abuela para tratar los dolores de cabeza producidos por una insolación del sol conejero (from Lanzarote Island), que consistía en tirarse de los pelos hasta oír un “click” en los oídos y se te quitaba el dolor, aunque en mi caso siempre tuve que tomarme al final una aspirina🤷🏼‍♂️. (Sin que mi abuela lo supiera, claro!!… mi madre me la daba a escondidas😂😂)

El señor McQueen usó sus remedios pero no mejoraba, así que, decidió telefonear al veterinario para pedir consejo (maldita la hora para Newman!!). 

Le comentó la situación del gato, y el Dr. Doolitle, que en ese momento, cuidaba a sus niños en la playa, le dijo que era importante que no se enfriara, que le diera esto y aquello, pero que era importante que lo calentara. No se paró mucho en la explicación ya que en esos momentos uno de sus trillizos le metía arena en la boca a otro, y la tercera se iba al agua sin el flotador😫😫

Hago un plis-plas (😈 ¿otro?), para decir, que en aquella época, se empezaban a ver aparatos un poco extraños en la casa, así aparecieron las regletas para los enchufes (¿te acuerdas cuando se ponía un ladrón encima del otro en un mismo enchufe?, tenías que haber jugado al LEGO para conectar la radio). Se incendiaron pocas casas para la cantidad de esos rompecabezas en las paredes🥱. También, apareció el Mando a distancia de la tele, era como El Bastón Rúnico, quién lo poseía tenía el poder. Los jóvenes siempre lo han visto en la mesa delante de la tele pero, no se creen que antes te levantabas a cambiar los 2 canales que había😂😂….y también, apareció el microondas(😈aquí iría la Novena de Beethoven🎼)

Menudo invento, la Revolución de la cocina, al menos para mi🥸. Aunque poco a poco han ido desapareciendo😩

A este agradable hombre, le habían regalado un microondas hacía poco. (😈:Ya saben, buena conexión culinaria, Hombre-Microondas,😂!!) 

Lo tenía en la cocina a modo de televisor, con su ganchillo de Portugal y la sevillana💃 en la parte superior. Lo usaba poco, diría que nada, pero quedaba bonito encima del pollo de la cocina. Sabía, más o menos, para que servía, “calienta las cosas mediante rayos invisibles en 2-3 minutos 😮ohhhh”.  

Ni corto ni perezoso, cuando oyó el consejo del agobiado doolitle, de que había que calentar rápido al gato, y después de rascarse la nariz como hacía Vicky el Vikingo 🤔Idea, relacionó rápido 🐈~📟

Nada más colgar el teléfono, metió al friolero gato en ese vil aparato. 

Desconozco si se equivocó con el tiempo y la temperatura, o se despistó haciendo el potaje, lo cierto que al rato se oyó un CRECK!! y de repente empezó a salir humo por todos los poros del felino. Abrió rápido la puerta, pero sólo le dio tiempo de ver como Newman exhalaba el último suspiro, como diciéndole, “😾maldito loco….”.

El señor se quedó muy consternado, cogió el teléfono y le contó al veterinario con todo lujo de detalles lo que le había sucedido (o eso cantaba J.L Guerra al Cruzar el Niágara en bicicleta🚲).


Pasado el tiempo, el Dr. Doolitle fue por la casa🏠 del señor a ver otro gato. Ya no le volvió a dar más consejos por teléfono, por lo menos, mientras estuviera en la playa con los trillizos a su cargo. Cuando entró en la casa, vió el aparato de tortura, seguía en el mismo sitio y con el ganchillo cubriéndolo… y con una vela!! que de vez en cuando encendía In Memoriam🕯. Al parecer, NUNCA lo llegó a usar, por lo menos, para lo que debía servir.


"¡Hay que aplendel de lo oculido, mejol en Wok que en micloondas!". Eso me dijo, sonriendo sospechosamente, el camarero del restaurante chino, a quien le conté la historia, mientras deglutía una rica liebre con almendras🍗… y después de 5 segundos de recapacitación, …me esñurgué otra vez🤮!


Saludos Mey’s 🤘🏽BT🍺





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