28.- Puntuality





Los japoneses son el pueblo más puntual del mundo. Son tan puntuales que si vas a Japón, ellos, ya están ahí (😈:que listo mey!)

Hay personas que la puntualidad no va con ellos, y otras, creen que siempre, a toda costa, hay que estar a la hora en punto o un poco antes. Hay de todo.


In my opinion, es bueno, y conveniente, ser puntual pero no a toda costa. En tu trabajo debes serlo porque posiblemente otros dependen de tu llegada, aunque si un día no lo haces, tampoco tienen que llamar a Torquemada🔥 para que te recuerde el horario. 


Es cierto que sobre los repetidores de la impuntualidad, a veces, piensas “es que es así😇”. Pero lo cierto que tú ya estás ahí, él no, por lo que se pierde algo que le será difícil de recuperar o entender. Hasta se enfadan por ello, pero no entienden que el responsable es él, por su impuntualidad🤓


En el mundo del servicio público se desviven por evitar estas circunstancias y cabrear al pueblo, intentando realizar un mejor servicio, por lo que se agradece. 

Sin ir más lejos, tenemos al colectivo de las WaWas🚌 (onotomatopeyicamente hablando). 

De unos años para acá, su servicio ha mejorado muchísimo: más líneas, horarios más frecuentes, dejan entrar al surfero con su tabla🏄, al tonto de turno, al animalito en su transportin…y sobre todo, su puntualidad. 

Soy un asiduo usuario del transporte público, y con las aplicaciones actuales, ya sabes su llegada, por lo que puedes gestionar mejor tus viajes y ser puntual en tus destinos😉


Recuerdo que hace unos 30 años, un amigo se fue a Alemania🇩🇪 de prácticas de Turismo, y una de las cosas que más le llamó la atención respecto a nuestra tierra, a parte de sus cabezas cuadradas y del famoso SCHNELL, SCHNELL, SCHNELL…era la puntualidad del servicio público de transporte. En esos tiempos, aquí, cuando quedabas con alguien y tenías que coger la WaWa, nos citábamos a las 8, una hora arriba, una hora abajo, o “quedamos esta tarde”… y punto, ya que no dependía de ti cuando podía aparecer el transporte en tu parada. Al final, los puntuales acérrimos, tenían que coger un taxi😅

Eso ha cambiado para MUY bien. 


Las WaWas, yá, como los aviones. Como dejen de ser medianamente puntuales, se les echa el vulgo encima💪🏽, por lo que los conductores intentan evitar el cabreo de sus jefes por haberse retrasado en una línea. Van a muerte por esas carreteras si creen que pueden retrasarse por algo, y lo consiguen, pero a veces…


Una tarde de calima, frente a nuestro hospital paró un coche por una urgencia de un pastor alemán de 40 kilos. En este tiempo están arreglando la calzada y solo hay un carril de dirección única, por lo que el tráfico, no excesivamente abundante por dicha calzada, va en fila india pero con tranquilidad, a lo canario😀

El cliente no encontró parking frente al hospital por lo que tuvo que parar en medio de la calzada para avisar a los sanitarios del hospital y que le ayudasen a descargar al animalito que no podía andar y estaba muy dolorido. Cuando paró, no venían más coches tras él, pero cuando llegó el Septimo de Caballería para ayudarle a bajar al perrazo, ya tenia a una WaWa pública pegada y atestada de gente.

El wawero ofuscado, empezó a hacer gestos con las manos, mientras estaban sacando aquel gran perro entre tres personas: el propietario o cuidador, como se dice ahora, y dos ATVs. El wawero, en su emperramiento, por la ventanilla de su puerta, les urgía prisa para que colocaran al perro en la camilla, dándole premura vocal para que los camilleros en cuestión agilizaran el ingreso del perro y así dejaran la vía abierta para seguir su trayecto. Sin embargo, esto no es fácil a pesar de estar tres personas en ello, y sobre todo porque un pastor alemán dolorido no suele ser muy amistoso. Aun así, y en vez, de ver y disfrutar algo no muy común para los que no trabajan diariamente en urgencias, o sólo entender la situación momentánea, no se le ocurre otra cosa, que decirles a los implicados en la emergencia, y con malos modos, que se diéran prisa y que no obstruyeran su paso. Será tonto el tío!! Eso pensó una ATV que con esfuerzo procuraba que el animal no le hiciera un tatuaje en el brazo, y a la vez evitaba que se cayera de la camilla. Pero ante tanta vocería por parte de aquel “amable” conductor del servicio público, se hartó, y le gritó que si fuera un niño suyo, seguro que se metería los gritos por el culo🧐

Quizá por esto último, o por la presión que sentía en sus espaldas por los rayos gamma que emitían los ojos de todos los pasajeros atónitos que tenia detrás, ante tanta tontería del Fernando Alonso de los waweros, 🤷🏼‍♂️por lo que fuera, el piloto bajo la cabeza y esperó tranquilamente a que bajaran al perro del coche, y este, un momento después dejara la vía desalojada. 

Imagino que posteriormente, el primo de Lewis Hamilton, pisó el pedal del acelerador y llegó puntual a la siguiente parada… o no.


Cuando entraron al perro al hospital, yo sólo escuchaba los lamentos de este, y los sapos y culebras🤬🤬🤬 que echaba la ATV sobre la actitud del conductor.


El perro se atendió como se debía, y poco a poco, se disiparon las oscuras nubes de la intransigencia. 

Así es la vida. Una muesca más en el rifle del día a día 🤷🏼‍♂️


Al día siguiente, sobre la misma hora de lo ocurrido la jornada anterior con el especialista de la Fórmula One, venían a recoger a un perrito de raza Yorkshire Terrier, que personalmente, había hospitalizado por severos signos cardiorrespiratorios, y que ya se encontraba mucho mejor. Había visto a su propietaria… perdón,  cuidadora, en la puerta del hospital, y para que la espera a su cita fuese más agradable, fui a sacarle a “su” perrito, para alegrarle por la mejoría de este. Sin embargo, cuando salí a mostrárselo, no la encontré, mire a un lado, mire al otro, pero nada. Hacia algo de calor y no había nadie en el exterior. Quizá fue a esperar en su coche o entró al servicio del hospital, no sé🤷🏼‍♂️. Lo que sí sé, es que en el momento que dudaba donde estaba la señora, y con el perrito en brazos, en ese momento, frenó una WaWa como la del día anterior frente a la puerta del centro, porque salía un coche desde el aparcamiento frontal del hospital. La WaWa, atestada de gente para variar, y el chofer, pendiente de la maniobra del coche que salía para seguir su destino. En un instante, recordando la historia del día anterior, y ante la soledad del momento, miré al conductor, él me miró a mi, yo mire al perrito, el perrito a la WaWa… y con una ayuda de mi mano en su brazito, le hicimos el signo del saludo a todos ellos👋. Algunos pasajeros nos devolvieron el saludo, y el chofer nos mandó un👍🏽.

Realmente no se si era el mismo conductor que el del día anterior, ojalá haya sido él, porque esta vez, sí que reaccionó con sentido común, sin falta de decir nada y con solo un levantamiento de pulgar. Fácil!!😉


Una cosa es quedar a las Cinco de la tarde a tomar el Té, y otra cosa es… bueno, ya lo sabes🤔

Saludos Mey’s Club 🤘🏽BT🍺 



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